Consultante: “¿Licenciada; No sabemos si se puede aún salvar aun nuestra relación?, han pasado tantas cosas entre nosotros durante estos años, ya no es lo mismo, parecemos extraños…”
Licenciada: -“Si, si existe una auténtica voluntad de recuperar lo que una vez tuvieron. “
“Donde hubo fuego…..”
Se puede reestructurar, reconstruir, sanar, aprender, recuperar, crecer, cuando una pareja tiene afecto el uno por el otro y existe un fuerte compromiso de lo que han construido en positivo.
Para esto es importante tomar en cuenta algunas conductas para la buena convivencia conyugal:
Sepan dar y recibir: la afectividad debe de ser una corriente de ida y vuelta. Intercambien “reforzadores positivos”. Halagos, cariño o mensajes de recompensa.
No sean susceptibles: las personas quisquillosas hacen la convivencia insoportable. No se sientan heridos por cosas mínimas.
Cuiden los detalles: para que estar junto uno al otro sea agradable y enriquecedor. Las sorpresas siempre se agradecen porque rompen la monotonía.
Evita las discusiones innecesarias: Sirven de desahogo y reproche, pero dejan huellas y alimentan la apatía.
Relacionen con rapidez. Si la discusión ya se ha producido, traten de que no vaya a más y degenere en un mutismo de horas y días. Pidan perdón o inicien la reconciliación con algún gesto de paz.
Vigilen sus modales: tan importante como las palabras son los gestos. La conducta cotidiana (respeto, delicadeza y comprensión) es clave.
Entierren su lista de ofensas: Cuando comiencen a irritarte, no recurras a la retalía de quejas. Aprendan a callar o centrarse en el problema.
Busquen el momento justo: Lo llaman “don de la oportunidad”. Evita sacar a la luz asuntos, conflictos cuando no proceden.
Defiendan su espacio: Si eres independiente, serán mejor valorados. El éxito radica en que cada uno conserve su individualidad: aficiones, amigos….
Háganse expertos en comunicación: dejen hablar, escuchen, cuiden el volumen de voz y no den nada por sobreentendido.
Recuperen la intimidad: es un espacio de convivencia de la pareja donde solo están ustedes dos, experiencias compartidas en pareja, (sin hijos, familiares, compañeros, etc..) Una ida al cine, una cena, una caminata tomados de la mano…….
Si estos numerales son difíciles de seguir solos, siempre puedes recurrir a la orientación de un terapeuta, para desarrollarlos.
Licda. Wendy Klingenberger